sábado, 16 de marzo de 2013

Cambio de estación

Pronto llegará la primavera. Lo que no llega es una primavera política. Ha sido un invierno extraño en el que ha cabido todo: lluvia, frío, menos frío por no decir calor, viento, nieve, mar agitada..., precisamente se está despidiendo con bastante nieve en el noreste de España, con lluvia y viento fuerte en algunas zonas como en el Ampurdán por ejemplo. Deseo que la primavera irrumpa con un tiempo que llamamos primaveral, dicho de otro modo con buen tiempo. La primavera tiene un significado para mi de resurgimiento en todos los sentidos, no sólo en la naturaleza empieza a revivir todo lo que parecía muerto o aletargado sino  que también los animales y los hombres despertamos, revivimos de un letargo que se produce en los meses de invierno. Ya lo dice el refrán "la primavera la sangre altera". Los almendros con sus flores blancas, los cerezos con su flores rosáceas, las adelfas con sus flores rojas... nos indican el cambio que se va a producir paulatinamente en toda la vegetación que nos envuelve. Lo mismo sucede con los animales desde la marmota que anuncia el fin del invierno, pasando por  osos, serpientes, lagartos... y otros animales que despiertan de su letargo. Las personas también notamos cambios que se traducen en más alegría, nos sentimos más animados y hasta parece que estamos más dados a lo que llamamos amor. Los días cada vez son más largos, las terrazas de  bares y restaurantes se multiplican y se llenan más a pesar de la crisis y los parques como el Retiro al mismo tiempo que recobran vida y verdor son más frecuentados. Total, para mi el cambio de estación me produce una vitalidad nueva que me ayuda a afrontar mejor el quehacer diario.   

1 comentario:

  1. Me gusta tanto la llegada de la primavera después de un invierno cansino,que lo quiero compartir con todos mis amigos.

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