sábado, 30 de marzo de 2013

Celebraciones

Estamos de celebraciones de Semana santa. A lo largo de mi vida he celebrado muchas desde pequeño siguiendo los distintos actos que se suceden desde el jueves santo hasta la vigilia pascual. Actualmente y desde que Carmen tiene Alzheimer se han terminado las celebraciones. Para mi ya no tiene ningún aliciente e incluso no las sigo por  televisión. Me queda el recuerdo y el espíritu de la Semana pero no me dice ya gran cosa. Ayer hicimos abstinencia por ser Viernes Santo. Sigo celebrando en las comidas esos días con algún detalle especial como puede ser tomar un vino diferente o postre típico, en  este caso, las torrijas. Añoro las formas de celebrar la Semana  en Cataluya en cuanto a postres se refiere. El Domingo de Ramos el Tortell que regalaba el padrino del bautismo, los buñuelos del viernes santo y la mona el día de Pascua. Yo sigo celebrando estos días aunque Carmen ni se entera. La cuidadora se queda todo el día con nosotros de forma que tengo compañía a la hora de comer que nos es poco. De esta manera tengo con quien compartir la comida en días tan señalados. Por lo demás la rutina sigue, de modo que son días que no se diferencian en nada del resto. Hoy, por ejemplo, Carmen está en un Centro de día al igual que lo estará mañana, día de Pascua. Mañana estaré solo a la hora de comer para celebrar el día más importante del calendario cristiano, la Pascua de resurrección,
comiendo cordero, bebiendo cava y tomando pastel que sustituye a la mona de pascua que se compra y se regala en mi tierra. Siempre me pregunto ¿por qué me empeño en celebrar? La respuesta no la tengo, pero sí tengo claro que mientras siga con vida, a pesar de todo, no renuncio a celebrar las fiestas más señaladas del año.  

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