El otro día me llegó un correo privado de un buen amigo y bloguero al que yo sigo de forma asidua. Resultó ser un "troyano", menudo nombre, aunque está acertado ya que los troyanos se las ingeniaron para introducirse dentro de la fortaleza enemiga y tuvieron como recompensa una buena victoria y una destrucción total del enemigo. Sé que mi amigo tuvo que limpiar el ordenador y tengo entendido que recuperó lo que podía haber sido un desastre. Parece que el antivirus que me instalaron en la tienda de informática de la que soy cliente, funcionó ya que no pude abrir el correo por suerte y para bien de mi ordenador y de su disco duro. Con lo poco que sé de informática no me habría quedado más remedio que llevar el ordenador a la tienda para que sus técnicos lo limpiaran y recuperaran todo lo recuperable. Hace tiempo, sin saber la causa, ya perdí todos los correos de Hotmail que tenía almacenados pero mi perseverancia hizo posible la recuperación total de los mismos, lo que no lograron los informáticos. Estoy contento de no haber caído en la trampa que los "troyanos" me tendieron gracias al antivirus "Kaspersky" que tengo instalado desde que perdí todos los correos como acabo de comentar.
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