jueves, 30 de mayo de 2013

En la sierra

Este pasado fin de semana gracias a la amistad con un vecino que trabaja al lado de casa hemos  ido a la sierra, Carmen, yo y  dos cuidadoras. Salir de la rutina diaria de Madrid para entrar en una nueva rutina de dos días en el chalet. Entre otras cosas que teníamos que hacer era dar el visto bueno a la adaptación del baño de las habitaciones con el fin de facilitar el aseo de Carmen. Se ha quitado la bañera colocando un plato de ducha casi a ras de suelo con una sujeción para la estabilidad de mi mujer. Queda por colocar la mampara.  En el piso de Madrid se ha adaptado el baño principal con un plato de ducha nuevo con el fin de facilitar el aseo de Carmen todos los días. También está terminado a falta de la mampara. Años atrás, cuando se reformó todo el piso no nos imaginábamos que tendríamos que llegar a esta situación al igual que cuando íbamos a la sierra muchos fines de semana y pasábamos las vacaciones de verano en la sierra no cabía pensar los cambios que se avecinaban en años posteriores. En la sierra no puedes dejar de vigilar en  ningún momento a Carmen por el peligro que supone dejarla sola ya que puede salirse a la calle, caerse a la piscina,   ya anduvo por la lona que la cubre, mojándose los pies y los bajos de los pantalones, caerse al subir o bajar escaleras... Total, que aún siendo un cambio de escenario pasar un fin de semana en la sierra,
los sobresaltos no nos los quita nadie. Hay que estar totalmente pendiente de ella. ¿Merece la pena ir de nuevo?

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